Por qué no hay que comparar rentabilidades históricas con pronósticos de rentabilidad

Ahora que los tipos de interés son más altos que en años anteriores (el tipo de interés de facilidad de depósito del banco central europeo es del 4,0 % el 20 de septiembre de 2023), algunos clientes que llevan menos tiempo con Indexa nos preguntan la razón por la que su cartera de fondos ha obtenido igual o menor rentabilidad en los dos últimos años que la rentabilidad que le ofrecen ahora los depósitos de sus bancos.

En este nuevo artículo queremos hablar sobre cuál sería la manera adecuada de comparar rentabilidades pasadas y pronósticos futuros, y sobre la importancia de mantener el perfil de riesgo, aunque aumenten o se reduzcan los pronósticos de rentabilidad.

Peras y manzanas

Cuando se comparan rentabilidades, hay que asegurarse de comparar rentabilidades pasadas con rentabilidades pasadas y pronósticos de rentabilidad con pronósticos de rentabilidad. Es importante no mezclarlas para valorar correctamente cómo se ha comportado una inversión históricamente, y para tomar la mejor decisión de inversión para nuestros ahorros actuales y futuros.

Para ilustrar estas diferencias, en el siguiente cuadro comparamos las rentabilidades pasadas y el pronóstico de rentabilidad entre: dos depósitos (menos de un año y entre 1 y 2 años), la cartera de riesgo medio de Indexa (perfil 6/10), una cartera más conservadora (perfil 3/10) y la cartera más conservadora (perfil 1/10), desde que lanzamos Indexa a finales de 2015 hasta cierre de julio de 2023.

Rentabilidad histórica desde 2016, acumulada (%)

Rentabilidad histórica desde 2016, anualizada (%)

Pronóstico de rentabilidad anual (%)

Depósito menos de 1 año (TEDR*)

1,5

0,2

2,4

Depósito entre 1 y 2 años (TEDR*)

2,5

0,3

2,3

Cartera de fondos Indexa 1/10

6,5

0,8

3,7

Cartera de fondos Indexa 3/10

19,4

2,4

4,3

Cartera de fondos Indexa 6/10

41,8

4,7

5,2

*TEDR = Tipo Efectivo de Definición Restringida

Hemos obtenido los datos de rentabilidad de los depósitos de la página de estadísticas del Banco central de España y los datos de Indexa de la página de estadísticas de Indexa.

Las entidades bancarias tienen obligación de reportar el Tipo Efectivo de Definición Restringida (TEDR) al Banco de España para los depósitos, préstamos y créditos. El TEDR es la Tasa Anual Equivalente (TAE) excluyendo comisiones y gastos, es decir, lo que gana el cliente neto por su dinero al contratar el depósito.

Hacemos la comparativa desde que nuestro servicio de gestión de carteras está disponible, en enero 2016, porque para comparar inversiones a largo plazo hay que elegir siempre el mayor plazo disponible. Siempre podremos encontrar períodos cortos donde una inversión lo hace mejor que otra y viceversa, pero lo más relevante es el largo plazo.

Rentabilidad histórica acumulada

Cómo se puede observar en la tabla del apartado anterior, la rentabilidad histórica anual de los depósitos desde 2016 es inferior a la rentabilidad de las carteras de Indexa, incluso en las carteras más conservadoras (6,5 % vs. 1,5 %).

Si lo comparamos con la rentabilidad acumulada de la cartera media de Indexa (perfil 6/10) la diferencia es mucho mayor (41,8 % vs. 1,5 %) porque el riesgo asumido ha sido superior.

La razón de la baja rentabilidad histórica de los depósitos es que los últimos años los tipos de interés de referencia han estado bajos, y al banco no le interesaba que los clientes dejasen su dinero en depósitos porque no iba a obtener beneficio prestándolo a otros clientes, que suele ser su negocio principal.

Actualmente, empieza a ser interesante de nuevo el negocio del préstamo, y necesitan dinero para poder prestarlo. Por ello, ahora los depósitos empiezan a tener pronósticos de rentabilidad atractivos.

Pronósticos de rentabilidad

Como mencionamos a principios de este año 2023, cuando actualizamos los pronósticos de rentabilidad de largo plazo de nuestras carteras, los pronósticos de rentabilidad de todas las clases de activo han experimentado una subida con respecto a los de años anteriores. De la misma manera lo han experimentado los depósitos y otros instrumentos de la gestión de efectivo como los fondos monetarios.

Es decir, si suben los tipos, lo racional es que los pronósticos de rentabilidad de los bonos y de las acciones también suban.

La razón es que los inversores deben exigir un mayor pronóstico de rentabilidad a las inversiones más arriesgadas. Si los depósitos tuviesen el mismo pronóstico de rentabilidad que las acciones, nadie invertiría en acciones, lo cual haría que las acciones cayesen hasta que el pronóstico de rentabilidad aumentase lo suficiente.

Alternativas para rentabilizar el efectivo: depósito vs. fondo monetario

Aun así, actualmente los depósitos podrían ser una interesante alternativa para rentabilizar el efectivo porque empiezan a ofrecer algo de rentabilidad para nuestro “colchón de seguridad”, que en Indexa recomendamos que sea equivalente a 6 y 12 meses de gastos.

El ahorro adicional debería estar invertido en carteras de fondos diversificadas y de bajo coste con más riesgo y mayor pronóstico de rentabilidad.

Sin embargo, existe una mejor alternativa para rentabilizar el “colchón de seguridad”: la inversión en un fondo monetario. Sus principales ventajas son su diversificación (se presta a muchos emisores y no solo a uno como en el depósito), y la liquidez (el dinero está disponible en cualquier momento). Desde mayo de 2023 puedes incluir un fondo monetario en tu cartera de fondos en Indexa.

No hay que cambiar perfil de riesgo porque cambie el pronóstico de rentabilidad

Antes de terminar, queremos recordar que por el hecho de que ahora los tipos de interés estén más altos y, por lo tanto, los pronósticos de rentabilidad sean más altos, esto no significa que haya que reducir el perfil de riesgo. El perfil de riesgo se debe mantener independientemente del ciclo económico, teniendo el máximo perfil que se pueda aguantar, y solo modificándolo si cambia la situación financiera personal de cada uno.

Por ejemplo, si en el año 2021 hemos mantenido una cartera con un 50 % de acciones (perfil 6/10) para aspirar a un pronóstico de rentabilidad del 2,1 %, ahora no deberíamos pasar a un perfil 1/10 con un 9 % de acciones porque el pronóstico de rentabilidad en 2023 sea un 3,7 % o incluso pasar todo a un fondo monetario (más seguro y con un pronóstico de rentabilidad más bajo). La razón es que debemos asumir el mayor riesgo que podamos y queramos asumir porque si no, estaremos dejando rentabilidad en la mesa a largo plazo.

Por último, además hay que tener en cuenta que los períodos de tipos altos suelen coincidir con períodos de inflación elevada (como ocurre ahora) por lo que normalmente para aspirar a mantener el poder adquisitivo en un entorno de tipos alto, el pronóstico de rentabilidad deberá ser más alto.

Conclusión

Comparar el pronóstico de rentabilidad de una inversión en un entorno de tipos altos, con la rentabilidad histórica de otro activo en un período de tipos bajos, no es una forma correcta de comparar. Hay que comparar rentabilidades históricas con rentabilidades históricas o pronósticos de rentabilidad con pronósticos de rentabilidad.

Por último, reducir el perfil de riesgo porque ahora la expectativa de rentabilidad ha aumentado es un error, exactamente igual que aumentar el perfil de riesgo cuando se reducen los pronósticos de rentabilidad. Lo aconsejable es mantener siempre el perfil de riesgo más alto que sea compatible con nuestra capacidad y voluntad de asumir riesgos y no debe depender del ciclo económico.

Si aún no te estás indexando con nosotros, no dudes en responder a nuestro breve test de perfil inversor (2 minutos) para ver qué cartera te podemos ofrecer.

Si ya eres cliente, no dudes en invitar a tus amigos y familiares y ambos os beneficiaréis de un descuento de comisiones en vuestra cartera de fondos.

Un comentario en “Por qué no hay que comparar rentabilidades históricas con pronósticos de rentabilidad

  1. Se me ocurre una forma mucho más sintética de expresar lo que dice este artículo:

    Si apuntas a un número fijo (3%, 4%…) de rentabilidad, cuando bajen los tipos cometerás el error de buscar rentabilidad adicional sin considerar el riesgo… y te quemarás con el riesgo. Y cuando suban los tipos (como ahora) reducirás rentabilidad… y te quemarás con la inflación.

    El único modo de no quemarse es que tu objetivo sea flotante. Y la única forma de hacer eso sistemáticamente, es apuntar a la rentabilidad por el riesgo. O dicho «en lenguaje Indexa», por el número de tu cartera. Un 6 es un 6 es un 6.

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