Las crisis económicas no implican caídas en bolsa

Con el reciente anuncio de recesión técnica en Estados Unidos, es decir, dos trimestres consecutivos de caída del Producto Interior Bruto (PIB), algunos de nuestros clientes nos preguntan si es buen momento para invertir o si, por el contrario, deberían esperar a que se calme la situación para continuar con su inversión.

Para responder mejor a esta pregunta, hemos estudiado el comportamiento histórico del mercado antes y después de este tipo de anuncios de recesión.

Como conclusión general del análisis, observamos que normalmente el mercado ya ha caído durante los dos primeros trimestres con PIB negativo, antes de que se haya constatado que hay recesión, y que de media tiende a subir en el año siguiente a la constatación de que hay una recesión. Esto puede deberse a que lo que afecta más al mercado es la expectativa de recesión antes de que esta se haya confirmado, más que la confirmación en sí de que ya hay una recesión. El mercado es más rápido a la hora de ajustar los precios de los activos financieros cuando observa señales de posible recesión y se prepara antes de saber los datos con seguridad.

Esta conclusión refuerza la importancia de invertir a largo plazo, con aportaciones periódicas, sin tener en cuenta la situación del mercado, ya que nadie puede predecir los movimientos futuros del mercado.

Para este análisis vamos a utilizar dos ejemplos. Por un lado, vamos a analizar el caso de Estados Unidos, debido a que es el país del que más datos históricos tenemos. Utilizaremos los datos de PIB publicados por FRED (Federal Reserve Economic Data, Bank of St. Louis) desde junio de 1947 y observaremos la rentabilidad del índice de referencia S&P 500 hasta junio de 2022 en función de las variaciones de PIB del país.

Por otro lado, hemos realizado el análisis también para la Unión Europea, que por cercanía es la región que más nos interesa. Para ello, hemos utilizado los datos de PIB publicados por Bloomberg desde junio de 1995 y observaremos la rentabilidad del el índice STOXX Europe 600 (que incluye las compañías británicas) en función de las variaciones del PIB de la región.

Queremos recordar que, por recesión, entendemos el periodo comprendido por dos o más trimestres donde se produce una disminución del PIB. Por tanto, hasta que no han pasado mínimo seis meses del inicio de la recesión, no se anuncia públicamente que hemos estado en una. Además, los datos suelen tardar en publicarse alrededor de un mes, por lo que técnicamente podemos estar en recesión hasta siete meses antes de poder confirmarlo.

Comportamiento del mercado estadounidense

En Estados Unidos, desde junio 1947 se registran once recesiones (sin contar con la actual), de las cuales en ocho ocasiones la recesión fue de dos trimestres de variación del PIB negativo, en dos ocasiones de tres trimestres negativos y solo en una ocasión de cuatro trimestres en negativo (crisis financiera de 2008). Podemos afirmar que lo normal en Estados Unidos es que las recesiones técnicamente solo duren dos trimestres (el 73% de las ocasiones).

Evolución del índice S&P 500 y las recesiones en EEUU

En el gráfico arriba, podemos observar la evolución del índice de referencia S&P 500 desde 1946 y los periodos de recesión técnica en Estados Unidos. Del análisis de estos datos podemos obtener la siguiente tabla y extraer las siguientes conclusiones:

Rentabilidad media del S&P 500 (%) Trimestral Semestral Anual
Todo el periodo, desde junio 1947 2,1 4,4 9,2
Rentabilidad media del S&P 500 (%) 3 meses 6 meses 12 meses
Antes del inicio de una recesión -5,2 -6,8 -3,7
Desde el inicio de una recesión 0,6 -1,9 10,2
Desde el anuncio de una recesión 2,9 11,8 22,4

Lo que observamos es que la rentabilidad de media es negativa y muy inferior a la media antes del inicio de una recesión (el mercado está incorporando las expectativas de recesión), y es superior a la media después del anuncio de una recesión (cuando se confirma la recesión, ya ha estado incorporada en los precios del mercado).

La rentabilidad ha sido de media de -3,7% durante los 12 meses antes del inicio de la recesión, 12,9 puntos porcentuales (p.p.) debajo de la media del S&P 500 desde 1946, que ha sido de 9,2% al año.

Al contrario, la rentabilidad ha sido de media 22,4% durante 12 meses después del anuncio de una recesión, 13,2 p.p. por encima de la media del S&P 500 desde 1946 (9,2% al año).

Estos datos nos confirman que, en media, el mercado ya ha caído antes del anuncio de una recesión. Y una vez se publican los datos y se confirman las sospechas, la rentabilidad del mercado es de media positiva e incluso superior a la rentabilidad de un periodo normal.

Comportamiento del mercado europeo

También tenemos datos del PIB de la Unión Europea desde 1995, momento en el que se empiezan a calcular los datos. Desde 1995, en la Unión Europea ha habido tres periodos de recesión técnica: en 2008, que duró cuatro trimestres consecutivos, en 2012, que duró seis trimestres y en 2020, que duró dos trimestres.

Evolución del índice STOXX Europe 600 y las recesiones en la Unión Europea

En el gráfico podemos observar la evolución del índice de referencia STOXX Europe 600 desde 1994 y los periodos de recesión técnica en la región de la Unión Europea. Aunque el tiempo de estudio es más corto que en la región de Estados Unidos y que solo hay tres momentos de crisis en este periodo, se pueden extraer las siguientes conclusiones:

Rentabilidad media del STOXX 600 (%) Trimestral Semestral Anual
Del periodo (desde junio 1994) 1,5 3,2 6,9
Rentabilidad media del STOXX 600 (%) 3 meses 6 meses 12 meses
Antes del inicio de una recesión -9,1 -9,7 -2,7
Desde el inicio de una recesión -2,8 -4,4 -9,2
Desde el anuncio de una recesión -9,0 -6,1 10,6

En este análisis también observamos que la rentabilidad de media es negativa y muy inferior a la media antes del inicio de la recesión. Pero en el caso europeo, solo es positiva y superior a la media 12 meses después del anuncio de la recesión.

La rentabilidad ha sido de media de -2,7% durante los 12 meses antes del inicio de la recesión, 9,6 puntos porcentuales (p.p.) debajo de la media del STOXX 600 dese 1994, que ha sido de 6,9% al año.

Al contrario, la rentabilidad ha sido de media 10,6% durante 12 meses después del anuncio de una recesión, 3,8 p.p. por encima de la media del STOXX 600 dese 1994 (6,9% al año).

En este análisis merece la pena resaltar que la rentabilidad 12 meses después del inicio de recesión también es negativa, -9,2%, 16,1 p.p. por debajo de la rentabilidad media del STOXX 600 dese 1994 (6,9% al año).

Si hacemos la comparación de Europa con Estados Unidos, podemos concluir que, en momentos de recesión, Europa ha tendido a sufrir unas caídas de mercado más pronunciadas que las de Estados Unidos y que las recuperaciones del mercado no han sido tan rápidas ni tan pronunciadas.

Una vez más vemos los beneficios de una cartera globalmente diversificada. Las carteras de nuestros clientes no solo se encuentran invertidas en fondos indexados europeos, sino que forman una cartera invertida globalmente en distintas regiones cuyos mercados afrontan las turbulencias económicas de diferentes formas.

Conclusiones y recomendaciones

No sabemos lo que va a ocurrir en el mercado, y menos en el corto plazo. Los datos muestran que los mercados tienden a caer antes de que las recesiones técnicas se confirmen. Conocer la situación macroeconómica no nos va a ayudar a anticipar las caídas de bolsa.

Los datos muestran que predecir las crisis económicas antes de que ocurran, sí permitiría anticipar las caídas de bolsa. Pero de nuevo, predecir mejor que el mercado las crisis económicas es una tarea muy compleja. Lo que sí sabemos es que intentar adivinarlo resta de media a los inversores entre un 1% y 1,5% de rentabilidad anualizada.

Tampoco sabemos si este estudio es relevante para el futuro, porque no sabemos si el mercado se comportará de la misma manera que lo ha hecho en el pasado en una crisis económica.

Por ello, nuestro consejo de inversión es:

    • No retirar tras las caídas: si retiramos la inversión en momentos de caídas del mercado, por miedo a perder el dinero, se consolida la pérdida y no nos podremos beneficiar de las posibles subidas de mercado que suelen venir después de las caídas.
    • Realizar aportaciones periódicas: de esta manera nos olvidamos del ruido y de las noticias del mercado, y programamos una aportación recurrente. Así, por un lado, no nos sentimos mal cuando el mercado no va a nuestro favor y, por otro, nos permite invertir en momentos bajos de mercado a mejores precios.
    • No cambiar el perfil de riesgo: es importante no reducir el perfil en estos momentos de incertidumbre porque a largo plazo nos hará ganar menos dinero que si mantenemos nuestro perfil inversor, que ha sido estimado en base a las pérdidas máximas que estamos dispuestos a aguantar.

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