Qué son los fondos indexados y cómo los elegimos

Los fondos de inversión indexados son aquellos cuya política de inversión es la de seguir un índice bursátil o un índice de renta fija intentando desviarse lo mínimo posible del índice. Por ejemplo, los fondos cuya política de inversión sea seguir al índice S&P 500, deberán comprar todas las acciones que pertenezcan a este índice y venderlas si salieran del mismo.

Gestión Indexada vs Gestión Activa

Cuando nos enfrentamos a la decisión de elegir un fondo indexado para nuestras carteras, que siga un índice en particular, son muchas las consideraciones que debemos analizar y tener en cuenta. Esto es, debemos asegurarnos que estamos seleccionando el mejor fondo indexado para cada índice.

¿Qué significa que sea el mejor fondo indexado? Son tres las características principales que buscamos a la hora de elegir un fondo indexado:

  1. Liquidez
  2. Comisiones
  3. Seguimiento del índice o «tracking error»

Esto significa que buscamos los fondos que más fácilmente podamos comprar y vender sin afectar a su valor, que menores costes tengan para los clientes y que sigan lo mejor posible el índice de referencia que estamos buscando replicar.

Consideración previa: ¿Elijo ETF’s o Fondos Indexados?
Una decisión previa muy importante que tomar es si queremos que el fondo indexado esté cotizado o no. Si buscamos que el fondo esté cotizado, entonces deberemos seleccionar un ETF (exchange traded fund). Los ETFs, al estar cotizados en mercados organizados, dan la opción al inversor de poder elegir el precio de compra y venta, te permiten comprar o vender en cualquier momento del día y generalmente tienes unas comisiones algo inferiores a las de los fondos indexados no cotizados (llamados normalmente fondos indexados, a secas).

Por contra, los fondos indexados se pueden comprar o vender una vez al día, desconociendo a priori el precio de compraventa. Por tanto, ceteris paribus, la balanza se inclina hacia los ETF’s.

Sin embargo, en España, los fondos indexados que cumplan la condición de estar registrados en la CNMV tienen una importantísima ventaja fiscal frente a los ETF’s que decanta totalmente la balanza en favor de los primeros. En España, si vendes un fondo indexado para comprar otro, se considera que estás realizando un traspaso y no pagas el impuesto por la potencial plusvalía que tuviera el fondo vendido: lo difieres en el tiempo hasta que finalmente vendas un fondo sin comprar otro. En cambio, con ETF’s se tributa en el momento de la venta.

La rentabilidad adicional que se puede obtener con este ahorro fiscal es tan importante en el largo plazo que en España la decisión óptima es la de seleccionar fondos indexados.

1. Liquidez (Tamaño)

La siguiente consideración a hacer para maximizar la liquidez de un fondo indexado es el tamaño del mismo. Siempre vamos a buscar el fondo con más activos bajo gestión, dado que será el que tenga una base inversora más diversificada y donde el efectivo obligatorio a mantener (dinero en cuenta corriente para atender a reembolsos) será también mayor.

En este punto hay que vigilar, además del tamaño del fondo, el tamaño de la clase de acciones en la que efectivamente vamos a invertir. En un fondo de inversión normalmente existen varias clases: clases institucionales o no, y en diferentes divisas. A veces podremos encontrarnos que un fondo tiene muchos activos bajo gestión, pero la clase en la que vamos a invertir no tanto.

2. Comisiones

El siguiente punto a analizar son las comisiones: debemos comparar el TER (total expense ratio) de los fondos indexados, que incorpora todos los gastos soportados por el fondo, excepto los gastos de corretaje, y que debería estar en el rango de 0,20-0,40% anuales.

También hay que tener en cuenta que algunos fondos cobran una pequeña comisión de suscripción para el fondo (0,20%-0,30%), para evitar que las nuevas entradas de fondos perjudiquen a los inversores existentes. Otros fondos, en vez de cobrar una comisión de suscripción, calculan diariamente una horquilla de compra venta en función de las entradas y salidas relativas que tenga el fondo. Conviene incorporar estos aspectos en nuestra comparativa.

En general, los fondos con más activos bajo gestión son también los que tienen unas comisiones de gestión más competitivas.

3. Seguimiento del índice

En este punto evaluamos como de bien se ajusta la evolución del fondo indexado a la de su índice. Para ello tomamos como media el tracking error, que mide la desviación de la diferencia de rentabilidades del fondo indexado con su índice. De esta forma, si un fondo sigue muy bien a su índice, el tracking error resultante será prácticamente 0. Si el tracking error es un 1% (0,01) entonces podremos esperar desviaciones con respecto al índice de aproximadamente hasta un 2% en un año.

En este punto lo relevante es analizar qué técnica de replicación está utilizando el gestor del fondo para conseguir su objetivo.

Existen tres técnicas diferentes: replica física, muestreo y réplica sintética.

En la réplica física, el gestor compra todos los componentes del índice (en el caso del S&P 500 compraría las 500 acciones pertenecientes al índice). Es sin duda el mejor método de replicación para índices que siguen activos líquidos, dado que el tracking error será muy, muy bajo. Sin embargo, para índices que siguen activos poco líquidos, donde los costes de transacción pueden ser elevados, puede ser mejor otra opción.

En la técnica de muestreo, el gestor compra una muestra representativa de los componentes del índice. En el caso del S&P 500, podrían ser las mayores 450 empresas del índice, en lugar de todas las 500 empresas del índice. En este caso el tracking error se verá resentido, pero a cambio incurriremos en menos costes de transacción.

Y por último está la réplica sintética en la que el fondo de inversión firma un contrato derivado (swap, o permuta financiera) con un banco que se compromete a pagar al fondo la rentabilidad del índice a cambio de una comisión (el coste del swap). En este caso, el riesgo de desviarse del índice lo corre el banco, pero a cambio se está asumiendo un riesgo de que el banco quiebre y se lleve por delante la rentabilidad.

En Indexa solo trabajamos con fondos de réplica física, ya que de esta manera reducimos el riesgo de la inversión porque cada fondo está compuesto de los valores (acciones o bonos) y no de opciones sobre los valores. Con nuestras carteras de fondos indexados tu dinero literalmente estará invertido en miles de empresas y bonos.

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